Después de un día de trabajo agotador, llegue a mi casa, me recosté un instante en el sofá. Entonces lo que siempre había soñado parecía hacerse realidad, con solo pensarlo podía mover objetos a voluntad. De repente el suave susurro de mi hijo me hizo despertar de ese sueño que por instante se hizo realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario